Codependencia
La codependencia es una condición psicológica en la cual alguien manifiesta una excesiva, y a menudo inapropiada, preocupación por las dificultades de alguien más o un grupo de personas.
El codependiente suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas del otro (su pareja, un familiar, un amigo, etc), es por eso que es muy común que se relacione con gente "problemática", justamente para poder rescatarla y crear de este modo un lazo que los una. Así es como el codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus propias necesidades y cuando la otra persona no responde como el codependiente espera, éste se frustra, se deprime e intenta controlarlo aún más. Con su constante ayuda, el codependiente busca generar, en el otro, la necesidad de su presencia, y al sentirse necesitado cree que de este modo nunca lo van a abandonar.
Es muy común que en una relación, el codependiente no pueda poner límites y sencillamente todo lo perdone, a pesar de que la otra persona llegue a herirlo de manera deliberada, esto es simplemente porque el codependiente confunde la "obsesión" y "adicción" que siente por el otro con un inmenso amor que todo lo puede. Por ende, el codependiente es incapaz de alejarse por sí mismo de una relación enfermiza, por más insana que ésta sea, y es muy común que lleguen a pensar que más allá de esa persona se acaba el mundo, hasta que reconocen su condición psicológica y el codependiente decide hacer algo para cambiar la manera en que vive y así, terminar con la codependencia o no volver a generar su codependencia en otras personas o en futuras relaciones.
Descripción
La codependencia consiste en estar total o casi totalmente centrados en una persona, un lugar o en algo fuera de nosotros mismos. La codependencia se caracteriza por una negación inconsciente de nuestras emociones. La negación es una respuesta humana natural a situaciones a las que no podemos hacer frente o que no podemos permitirnos sentir. Generalmente se origina en la niñez (pero puede aparecer a cualquier edad), dentro de un ambiente familiar (o grupal) no sano. Es nuestra forma de protegernos.
Es un proceso inconsciente necesario para la supervivencia en determinadas circunstancias.
Un codependiente debe superar esta enfermedad psicológica para poder ser libre de elegir con quien relacionarse y, más aún, poner límites.
Tales conductas, (las de concentrarse en una persona o lugar fuera de nosotros) que bien pueden aminorar el conflicto y facilitar las tensiones dentro de la familia (o grupo) en el corto plazo, son contraproducentes a largo plazo, dado que, en este caso, el codependiente está realmente apoyando (“facilitando”) el comportamiento adictivo de la persona de la cual es codependiente (p. ej esposo alcohólico).
La codependencia también puede ser un conjunto de conductas de inadaptación, compulsión, aprendidas por los miembros de una familia (o grupo) a fin de sobrevivir en un ambiente que experimenta una gran tensión y pena emocional causada, por ejemplo, por el alcoholismo u otra adicción de un miembro de la familia, abuso sexual o de otro tipo de adicción o una enfermedad crónica de un familiar, o fuerzas externas a la familia, como la pobreza. También existen cuadros de codependencia en situaciones no extremas.
Algunos síntomas de la codependencia son: conducta controladora, desconfianza, perfeccionismo, evitar hablar de los sentimientos, problemas de intimidad, comportamiento protector, hipervigilancia o malestar físico debido a stress. A menudo la codependencia va acompañada por depresión, ya que el codependiente sucumbe ante sentimientos de frustración o tristeza extrema por su incapacidad de realizar cambios en la vida de la otra persona (o personas) y puede llegar también a producir ataques de pánico en quienes lo padecen.
Los individuos que sufren codependencia pueden buscar asistencia a través de varias terapias verbales, sin embargo pueden abandonarla cuando en el proceso descubren que los puede llevar a "dejar" al otro. puede recurrirse a terapia farmacológica para la depresión asociada. Además existen grupos para codependencia; algunos de estos son Codependientes anónimos (CoDA) y Al-Anon/Alateen o tambien un Grupo de 4° y 5° paso, los cuales están ambos basados en el modelo de 12 pasos creado por Alcohólicos Anónimos.
Se han escrito muchos libros sobre el tema de la Codependencia, incluyendo las obras de Melody Beattie, quien se ha vuelto uno de los portavoces de la industria de autoayuda para la codependencia. También es autora de Codependent No More entre otros muchos volúmenes. Sin embargo, cabe advertir que no todos los profesionales de la salud mental son de la misma opinión acerca de la co-dependencia o sus métodos normales de tratamiento. Katz & Liu, en The Codependency Conspiracy: How to Break the Recovery Habit and Take Charge of Your Life,establecen que la co-dependencia está sobre-diagnosticada, y que mucha gente que podría ser auxiliada con tratamientos de más corto plazo, en cambio se vuelven dependientes de programas de auto-ayuda a largo plazo.
Dependencia
La Dependencia personal es la incapacidad funcional para el desarrollo de actividades de la vida diaria y por requerir ayuda para su realización. Una persona dependiente es aquella que no puede valerse por sí misma y necesita asistencia.
Características de la dependencia personal
Para establecer la calificación de personas dependientes deben estar en una situación o grado lo suficientemente notable o elevado de discapacidad y disfuncionalidad como para necesitar al concurso, la intervención en forma de ayuda, auxilio, soporte y cuidado personal por terceros, bien de su familia o bien la la asistencia de servicios sociales. Hay diferentes grados y cualificaciones de la dependencia, así como diversos ámbitos en los que puede manifestarse (dependencia física, dependencia mental, dependencia psicológica, dependencia económica,dependencia social, dependencia cultural). Existen diversos grados y escalas de calificación de la dependencia.
Las personas dependientes se caracterizan por la perdida no la no adquisición de habilidades funcionales, que se definen como el conjunto de destrezas que se requieren para llevar una vida independiente y que poseen las personas que se desenvuelven por sí mismas en su entorno próximo.
El Consejo de Europa en el Libro Blanco de la Dependencia define dependencia como "la necesidad de ayuda o asistencia importante para las actividades de la vida cotidiana", o, más concretamente, como "un estado en el que se encuentran las personas que, por razones ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia o ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria y, de modo particular, los referentes al cuidado personal".
Dependencia e independencia afectivas
En las relaciones humanas, el afecto es un factor esencial, ya que constituye el tono vital o la actitud general, bien de atracción o de repulsa, que mostramos hacia el prójimo.
Cuando el afecto que sentimos hacía otra persona está asociado con el agrado y el placer, hablamos de cariño, sentimiento que, en su grado superior, constituiría el amor.
El vínculo del cariño incita a adoptar una determinada conducta de acercamiento hacía la persona querida. Aparece una cierta necesidad de aproximación a través del seguimiento, llamada, búsqueda y apego. Tal necesidad se ve satisfecha cuando se está en compañía del ser querido y se disfruta de una comunicación recíproca.
Paralelamente aparece una conducta de mantenimiento, constituida sobre todo por actos de ternura y consideración que hacen perdurar el lazo afectivo.
En condiciones normales aprendemos a ser afectuosos desde la infancia, a través del cariño que recibimos de los padres, complementado con el de hermanos y demás familiares, así como del ejemplo que observamos entre los adultos. Cuando el ambiente familiar es favorable, la personalidad se desarrolla con una positiva actitud de cariño, afecto y confianza.
Para que una persona pueda establecer un vínculo afectivo auténtico con alguien, es necesario que posea una capacidad para la autoestima, para el cariño hacía sí mismo. Cuando tiene su medida justa se dice que posee el narcisismo normal. Los niños fomentan su autoestima cuando reciben cariño de sus protectores y hacen de ello una necesidad esencial. Las recompensas afectuosas y las amenazas con retirárselo ejercen una gran influencia en la educación infantil.
Con la madurez, la persona deriva gradualmente sus afectos y autoestima hacia otras posibilidades sustitutivas. Llega, así, a la independencia afectiva, pues sabe dosificar sus necesidades de ser querido y sus ansias de querer en la cantidad adecuada y precisa, acorde a las circunstancias. Sabe tolerar las frustraciones y renunciar a la gratificación cuando es necesario, sin desestabilizar su ánimo por ello.
Por el contrario, la persona afectivamente inmadura precisa en todo momento querer y ser querida. Es más frecuente lo segundo, ya que el inmaduro es débil, inseguro y deseoso de protección. Lo que es una necesidad natural puede transformarse en necesidad imperiosa y vital.
Aparece, entonces, la dependencia afectiva. Cuando una persona desarrolla su afectividad en el terreno de la dependencia, pierde su libertad. Es incapaz de disfrutar de su vida afectiva pues mantiene una angustia latente, y a veces manifiesta, por el miedo a perder el afecto de los demás. Puede llegar a ser ambiciosa y egoísta en el terreno del amor y el cariño, entorpeciendo de esta manera las relaciones interpersonales normales.
No es raro encontrar matrimonios y parejas de novios cuya relación amorosa se halla profundamente deteriorada por una dependencia afectiva poco sana. Lo que sería un intercambio libre de afecto, se transforma en ellos en una necesidad obsesiva, en una constante exigencia de cariño y atención que llega a «asfixiar» al compañero. Con frecuencia, en este tipo de relación, aparecen los celos como fruto de una inseguridad en sí mismo y falta de confianza en el otro.
El auténtico cariño debe estar libre de exigencias impositivas y fundamentado en el respeto al ser amado. Un afecto conseguido de manera forzada y carente de espontaneidad, ineludiblemente, tenderá a agotarse y correrá el peligro de transformarse en rechazo, al ser obligatorio.
Fuente:http://patriciaochoa.jimdo.com/codependencia-dependencia-e-independencia/
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